Un novio despechado que cuelga fotos de su ex, ligera de ropa. Un joven que intenta batir récords de velocidad con su coche tuneado por una avenida. Un grupo de chicos matando gatos y suben la hazaña a Youtube. Estos comportamientos se han extendido con Internet.
Por ignorancia o temeridad, sus autores se creen libres de actuar así sin que haya consecuencias. Pero los responsables policiales, los abogados expertos en delitos informáticos y las asociaciones de usuarios lo tienen claro: Internet no es un oasis de impunidad. Ojo porque, advierten, delinquir en la Red se paga.
"Al usar Internet, la gente cree que todo vale. Y ocurre lo contrario: se persigue cualquier delito", opina Jordi Bertomeu, abogado experto en la materia. Su confianza se basa en una certeza: la Red deja rastros. El más evidente, la dirección IP.
Hay otras fórmulas. El contenido de una imagen delictiva (vídeo, fotografía) ofrece una información que, analizada, resulta reveladora. El estilo de escritura también puede ser, en el caso de amenazas vertidas desde un correo electrónico o un foro anónimo, una pista definitiva.
Youtube, propiedad de Google, es ahora un depósito de material delictivo. No es el único, pero su popularidad lo ha situado como destino preferente para que cientos de usuarios vuelquen allí cosas que, a veces, resultan ser actividades castigadas en el Código Penal.
"Esto es inacabable. Aunque fuésemos mil, no llegaríamos a todo. Los delincuentes van a más, por eso es importante que el ciudadano colabore y, si ve una agresión, lo denuncie", admite el jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía.
También dijo que "contra la opinión común de la gente, Internet no es anónimo; siempre deja un rastro". Dice que la policía dispone de medios para perseguir cualquier delito, pero prefiere no dar detalles para "evitar que los malos tengan pistas".
Fuente: elpais
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